Friday, September 10, 2010

No volvere a subestimar a mis padres.


Les voy a contar una anécdota de algo que me ocurrió hace un mes.
Como de costumbre ese día me levante temprano para ir a trabajar con mi papa, el trabajo consistía en pagar una puerta y arrancar otra y volverla a poner.
La primera la instalamos bien pero la 2da yo pensé en arrancarle las dos bisagras la de arriba y la de abajo de una sola ves, lógicamente hubiera cometido un error.
Pero mi papa inteligentemente pensó en arrancar la bisagra de arriba y luego de inmediato soldarla, porque la de abajo servía para sostener toda la puerta que era bastante pesada.
Terminamos el trabajo sin hacer el mas mínimo esfuerzo.
Me sorprendí bastante porque me considero inteligente, pero los pensamientos de mi papa estaban mas allá.
No le dije nada para no poner en evidencia mi ignorancia en ese momento, pero ese día aprendí una buena lección.

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