Muchas veces cuando planeo hacer alguna cosa y no sale bien, me da desesperación, pero supongo que a muchas personas le ocurre lo mismo, creo que eso se debe a que a veces tenemos días buenos y días malos.
En algunas ocasiones algunas personas presienten que las cosas no van a salir bien, no es que uno quiera que las cosas salgan mal, simplemente es como una premonición, casi como la adivinacion.
Ante estas situaciones adversas a nuestros propósitos hay que tomar las cosas con calma no renegar y admitir que se no va ser nuestro día, y sobre todo pedir a Dios paciencia.
Muchas veces es feo cuando tu jefe tiene un mal día y no hay nadie a su alrededor, solamente tu, por lógica es probable que se las desquite contigo.
Hasta el momento no me ha pasado, ni deseo que le pase a nadie.
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